Temas de Familia

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Los Verdaderos Regalos de la Paternidad


Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto,  del Padre de las luces,  en el cual no hay mudanza,  ni sombra de variación. St.1:17

Dios dispuso la familia natural para impartir cuatro componentes básicos en la vida de los hijos. Debido al efecto del pecado, las familias en que crecemos son en su mayoría disfuncionales. Jesús vino a restaurar cada uno de los componentes de la vida que hacen que una persona viva una vida plena y actúe de manera funcional conforme al diseño con que fue creado. 

Observamos que muchos padres dan a sus hijos dádivas pero no dones perfectos. Podemos llenar a nuestros hijos de juguetes pero no jugar con ellos. Podemos dar un buen colegio a nuestros hijos y no educarlos. Podemos darles una casa costosa sin darles un verdadero hogar. Podemos darles tecnología sin darles relaciones significativas, podemos darles profesiones y negocios sin que ellos descubran el verdadero destino de sus vidas. Dios como padre también da dádivas, sin embargo son los dones perfectos los que causan un verdadero impacto positivo en la vida de los seres humanos.
Podemos dar a nuestros hijos muchas cosas pero en realidad lo que necesitan para la vida son estos cuatro regalos que solo pueden ser trasferidos por medio de la paternidad:

·         Identidad.
·         Relaciones.
·         Sentido de destino o propósito.
·         Herencia.

Estos componentes son interdependientes y cada uno es absolutamente necesario para que cada hijo se desarrolle y cumpla la visión de Dios para su vida. La falta de uno de ellos trae tristes consecuencias y desequilibrio en el desarrollo de una persona.

Como Padres podemos fortalecer la identidad, relaciones, el destino y la herencia espiritual en la vida de nuestros hijos de tal forma que sean una descendencia poderosa[1] en la tierra que traiga justicia social en su comunidad[2], iniciando en el hogar, extendiendo el Reino de Dios en la tierra. Solo así la oración del padre nuestro tendrá respuesta: Venga tu Reino, hágase tu voluntad como se hace en el cielo así en la tierra[3].


[1] Sal.112:2
[2] Sal.72:12-14
[3] Mt.6:10




El Avivamiento de los Últimos Tiempos


Sal.14:4-5 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan?
Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos.

Dios no nos creó como sus hijos para estar bajo opresión, la iglesia está llamada a reinar con Cristo. Nuestros hijos serán poderosos en la tierra, no padecerán hambre sino que están destinados para ocupar posiciones de autoridad, ese es el plan de Dios para nuestra descendencia.

Sal.112:2  Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.

Para bendecirnos a nosotros y a nuestras generaciones Dios cuenta con nosotros, somos socios de Dios, por ello debemos hacer lo que nos corresponde. “Dios está con la generación de los justos” no con la generación de los injustos, nuestra parte es educar una generación de carácter justo y Dios les dará su presencia y su bendición. Este libro trata de eso, de hacer lo que nos corresponde para que nuestras vidas y la vida de nuestros hijos obtengan el respaldo de Dios. Dios es un Dios generacional por ello debemos actuar intencionalmente afectando a nuestros hijos y nietos creando seguridad, honestidad, disciplina, es decir, justicia relacional en sus vidas que provoque el respaldo, la bendición de Dios sobre sus vidas.

La generación de los últimos tiempos

Pro 30:11-14  Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas,  y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra,  y a los menesterosos de entre los hombres.
Pro 30:17  El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los hijos del águila.


El profeta Agur desató cientos de años atrás una serie de vaticinios que se están cumpliendo hoy incluyendo el la declaración de la venida del hijo de Dios. El profetizó que se levantaría una generación con las siguientes características:

1.    Hijos que maldecirían a sus padres
2.    Que ignorarían a su madres
3.    Una generación sin concepto de vergüenza, limpios de pecado en su propia opinión aunque para Dios ellos estarían llenos de maldad.
4.    Una generación altiva y arrogante que no dependería de Dios.
5.    Una generación que se aprovecharía de las personas sin importar su condición de dolor y  pobreza.
6.    Hijos que  ofenden, insultan y agravian a sus propios padres, menospreciando sus enseñanzas.

Cientos de años mas tarde el apóstol Pablo también profetizó la aparición de esta generación:

2Ti.3:1-5 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos,  avaros, vanagloriosos,  soberbios,  blasfemos,  desobedientes a los padres,  ingratos,  impíos, sin afecto natural,  implacables,  calumniadores,  intemperantes,  crueles,  aborrecedores de lo bueno, traidores,  impetuosos,  infatuados,  amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad,  pero negarán la eficacia de ella;  a éstos evita.

Los tiempos se tornan peligrosos cuando el carácter de las personas se vuelve peligroso. El carácter de las personas es formado mayormente en la familia no fuera de ella. Dios diseñó la familia, nuestro hogar, para que fuera la matriz que le da forma al carácter de nuestros hijos, podemos culpar al mundo, al gobierno, a los medios masivos de comunicación de la maldad e inseguridad en que estamos viviendo, pero la causa principal de nuestros problemas está en nuestro hogar. El mundo es un reflejo de lo que sembramos en nuestros hijos en el diario vivir de nuestra familia.

Una noticia triste es que esta generación descrita por Agur ha llegado, pero más triste aún es que es nuestra generación la que la está formando.

La buena noticia es que otra generación totalmente opuesta fue también profetizada por el Señor, la llamaré  “La generación de poder”.

Dios jamás se queda pasivo ante la maldad o la influencia del enemigo, Dios ha desatado una poderosa unción que dará a luz una nueva generación, esa generación inicia con un nuevo tipo de padres quienes desarrollarán un nuevo tipo de hijos.
Nuestra generación es conocida como la generación sin padre, debido a la alta tasa de divorcios, violencia intrafamiliar, promiscuidad sexual, abandono y el sistema de laborar que ha “extirpado” por necesidad, la presencia de uno o ambos padres del hogar obligados a trabajar largas jornadas para poder subsistir. Esta es una generación sin un norte moral ni espiritual está siendo “educada” por la TV y el Internet en los valores del mundo guiada por religiones orientales que han proliferado en occidente. Ante semejante panorama ¿Qué está haciendo Dios?

David y la Generación de Poder

El profeta David habló de una generación que entraría y permanecería en la presencia de Dios. Recuerde que en el Antiguo Testamento los únicos que podían entrar en la presencia de Dios eran los sacerdotes y en realidad solo el sumo sacerdote una vez al año entraba en el Lugar Santísimo donde estaba el Arca del Pacto. Así que el Salmo 24 es profético, no está hablando para su propio tiempo, sino de lo que Dios haría en el futuro con nuestra generación. Es un llamado a cada generación para que abran sus puertas y dejen entrar al Rey de gloria a sus corazones.

¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?  El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas,  Ni jurado con engaño.  El recibirá bendición de Jehová,  Y justicia del Dios de salvación.  Tal es la generación de los que le buscan,  De los que buscan tu rostro,  oh Dios de Jacob.  Selah. Sal.24:3-6 

La generación que puede subir al Monte Santo, es decir, a Su presencia será una generación con las siguientes características:

1.    Acciones y motivaciones puras.
2.    Enfocados en Dios y su voluntad, desechan lo vano de este mundo y eligen lo valioso de Dios.
3.    Son hombres de palabra, aborrecen el engaño, honestos en lo que hacen y dicen.
4.    Son buscadores de Dios, apasionados por estar en Su presencia y su manifestación sobrenatural.

Elías y la Generación de Poder

El Señor profetizo la forma como ésta generación de poder se desarrollaría. Para sorpresa de algunos, no depende exclusivamente de los hijos tener amor por Dios y un carácter justo, son los padres de forma directa, quienes forman las características que Dios desea. Nada más cierto que el dicho; “de tal palo, tal astilla”. Nosotros heredamos lo bueno y lo malo a nuestros hijos, ellos aprenden no de lo que les decimos sino de lo que hacemos. Ellos son el resultado de lo que se hace rutinariamente en el hogar. ¿De dónde aprenden los hijos a amar a Dios y buscar su presencia? ¿De dónde aprenden a tratar a su cónyuge? ¿A resolver los conflictos, a  escuchar al otro? De la forma como usted lo hizo en su hogar. El modelo permanecerá como un escultor con su cincel dando forma en cada evento a las formas de relación, mecanismos de defensa, temores, valores ante lo cual cada hijo reaccionará reproduciendo o rechazando  el modelo impartido en su hogar, identificándose o desidentificándose.

El profeta Malaquías declara que Dios en los postreros tiempos ocurrirá algo sobrenatural que hará un cambio en el corazón.  Es un proceso de retorno emocional y de la voluntad de los padres hacia los hijos.

He aquí,  yo os envío el profeta Elías,  antes que venga el día de Jehová,  grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,  y el corazón de los hijos hacia los padres,  no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Mal 4:5 


El día de Jehová hace referencia al día en que Dios juzgará y destruirá las naciones que no lo adoraron, no le sirvieron, es un día de dolor, juicio y destrucción[1]. Esta restauración relacional ocurrirá antes del día de Jehová que está por llegar. Note que es Dios mediante el profeta Elías, es decir, mediante la palabra profética y la unción profética que reposaba sobre Elías, quien hará volver el corazón de los padres hacia los hijos antes de la venida del Señor. Esta unción de reconciliación y cambio de corazón está levantando ministerios por todo el mundo para contribuir al propósito divino.

Los escribas enseñaban que antes de la venida del Mesías, Elías debía regresar, ante lo cual Jesús respondió que Elías ya había venido y lo habían asesinado y que harían lo mismo con el Mesías. La pregunta es ¿Ya ocurrió esta restauración relacional al venir Juan el Bautista? No totalmente. En el mismo pasaje Jesús indica que Elías está por venir y luego contradice diciendo que ya vino dejando entrever que existe un cumplimiento profético que todavía está por cumplirse[2].

A través de la historia ha existido maldad en la relación padres e hijos, de igual forma desde la venida de Cristo ha existido restauración de las relaciones rotas a causa del poder sanador y reconciliador del Señor, igualmente se han dado milagros de sanidad y manifestaciones de milagros. En este sentido Cristo inició la era de la restauración relacional y la unción de Elías ha estado operando desde Juan el Bautista por medio del arrepentimiento y cambio, sin embargo la era del verdadero avivamiento relacional en la familia, es decir, donde no serán unos cuantos padres tocados para cambiar sino que serán miles, está por llegar en este tiempo. Dios ha venido preparando el terreno para bendecir la tierra, es decir, millones de personas que serán restauradas en sus relaciones familiares por medio de Cristo Jesús de una forma inusual.

¿Qué significa el regreso de Elías?

Lc.1:17  E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,  para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,  y de los rebeldes a la prudencia de los justos,  para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Significa que el Espíritu y el poder que reposó sobre Elías durante su ministerio terrenal será manifestado nuevamente por el Espíritu Santo[3].

Me llena de asombro y expectación que Dios vuelva a ungir hombres y mujeres con una unción de sanidad relacional que manifiesten el poder sobrenatural y la palabra profética de uno de los profetas más poderosos del Antiguo Testamento enfocándola en la sanidad relacional. Solo dele un vistazo al tremendo ministerio de éste hombre.

1Re.17:1 Elías confronta a Acab por su idolatría y pecado y cierra los cielos para que no haya lluvia en la nación sino por su palabra.

1Re.17:13 Elías desata un milagro de provisión para él y la viuda pobre que lo sustentaba al multiplicar la harina y el aceite.

1Re.17:22 Elías clama a Dios y resucita el hijo de la viuda.

1Re.18:37-38 Elías ora y Dios le responde con fuego del cielo consumiendo el holocausto.

1Re.18:40 Elías elimina los profetas de Baal.

1Re.19:20 Elías mentorea a Eliseo siendo un Padre espiritual para él.

Estas son algunas de las señales que hará la Generación de Poder que Dios levantará por su espíritu en éstos tiempos,  para que esto se de Dios formará otras características fundamentales en sus hijos.

El efecto de la unción de Elías

E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,  para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,  y de los rebeldes a la prudencia de los justos,  para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Lc.1:17 

El ministerio de los siervos de Dios ungidos con la unción de Elías que prepararán la generación de poder es un ministerio que impactará la vida de los hijos en tres dimensiones:

1.    Reconciliación de padre e hijos.
Dios hará volver el corazón de los padres hacia los hijos. Dios creará un verdadero interés por los hijos, un cambio inmediato y deliberado. Este “volver” es un verdadero arrepentimiento de la actitud y la conducta de los padres.
2.    Un nuevo concepto de paternidad.
Dios levantará verdaderos padres que seguirán el estilo de Dios como Padre. La relación de Jesús con su Padre celestial será su modelo de paternidad. Tendrán hijos biológicos y espirituales que cuidarán con esmero, disciplina y aceptación. Dios hará que retornemos al punto de partida en nuestras relaciones, quitará la ira y el dolor del pasado para un nuevo comienzo, hasta que podamos declarar: Yo y el padre somos uno[4]
3.    Relación primero, luego obediencia.
Dios hará que la rebeldía sea reemplazada por cordura y obediencia haciendo que los hijos actúen de acuerdo a los principios y normas de vida. Esto solo es posible si primero los adres se enfocan en cumplir relacionalmente con sus hijos, en lugar de lastimarlos y luego exigirles obediencia. Las reacciones rebeldes no son por desobediencia sino a causa del vacío relacional, pedir obediencia sin amor es incitar a la rebelión.

El propósito final de la unción de Elías es equipar un pueblo útil al Señor, una generación poderosa que pueda ser instrumento de Dios en el cumplimiento de sus planes, una generación a la cual Dios pueda respaldar con su poder, porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra,  para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él[5]. 

¿Sabes que tus hijos serán esa generación que Dios usará para obras extraordinarias? Una generación libre de rebeldía e inmoralidad, con temor genuino de Dios en su corazón y apasionados por Dios. La razón por la cual poseerán estas características es que tú y yo los criaremos bajo la unción del espíritu, en una relación sana y poderosa de padre a hijo amado.

¿Dónde ocurrirá este avivamiento de sanidad relacional?
A través de la historia nunca ha ocurrido un avivamiento de este tipo, es cierto que avivamientos  de salvación y transformación han ocurrido en el pasado en lugares como Gales, sectores de África, Inglaterra y Estados unidos pero no han sido duraderos. Hoy existen focos en iglesia avivadas en diferentes áreas, unas poseen mover de sanidades y milagros otros enfatizan la autoridad y el discipulado, pero el tercer componente bajo la forma de sanidad relacional o familiar nunca ha sido desatado en la forma de un avivamiento.

Este avivamiento será desatado primero en los hogares de los creyentes y luego a toda la iglesia, trayendo una reforma en ella[6] y afectará toda la tierra evitando que el Señor venga y hiera la tierra con maldición[7]. Si cambia la familia, cambiará la iglesia, al cambiar la iglesia cambiará la sociedad y su cultura. El objetivo de Dios nunca ha sido que su iglesia se encierre en las paredes del templo sino que la fe y la vida del Espíritu afecte las familias de la tierra por ello desató proféticamente que el efecto de la salvación será bendecir todas las familias de la tierra[8].

Hoy gran parte de la iglesia está afanada por crecer numéricamente, ganar poder económico y político, pero Dios está levantando una generación de restauradores poderosa que sanará y restaurará hogares y tomará las banderas del avivamiento relacional que viene. ¿Serás parte de este mover divino?
Ora y pide a Dios que te unja con la Unción de Elías y únete a quienes hemos recibido este poderoso llamado de Dios.



[1] Is.13:9 Ez.30:3
[2] Mt.17:11-12
[3] Lc.1:17
[4] Jn.10:30
[5] 2Cr.16:9
[6] Mt.21:12
[7] Mal.4:5
[8] Gn.12:3